martes, 17 de octubre de 2006

Autorretrato

(o primera defensa —mínima— del significado)

Lo que quiero decir es que en nuestras lecturas más fieles como estudiantes registrábamos las páginas en busca de guías, guías para perplejos. Las encontramos en Lawrence y las encontramos en Eliot, en el primer Eliot: una clase distinta de guía, tal vez, pero a fin de cuentas una guía para vivir nuestras vidas. En comparación, el resto de nuestras lecturas eran una simple cuestión de empollar para aprobar exámenes. Si las humanidades quieren sobrevivir, seguramente deben responder a esas energías y a esa ansia de guía: un ansia que al final es una búsqueda de salvación.

J.M.Coetzee (Elizabeth Costello)

¿Qué hombre o mujer joven con sangre en las venas quiera pasarse la vida hurgando en los archivos o llevando a cabo "explications de texte" sin fin?

J.M.Coetzee (íbidem)

Nombrar es declarar y, por tanto, traer lo dicho a la existencia. No es posible situarse por fuera de todas las certezas sin callarse. “Decir” implica un marco de referencias que abarca a quien enuncia:

Anuncio que escribo luego soy.

El espacio de mi tiempo está hecho de componentes magnéticas y componentes eléctricas que, en perpendicular, se cruzan para propagarse. Cada día corro el riesgo de la desintegración y por eso me tele transporto. Mi nombre no es mister Spock. Mi nombre es un número en las estadísticas de pasajeros, de recién llegados a cualquier habitáculo del mundo, de extranjeros o de visitantes. Mi memoria no alberga recuerdos de clonación luego es posible que mi “yo” tenga, todavía, el privilegio de ser único, aunque la fragmentación es invasora e invencible. Creo que mis manos son verdad porque mis latidos son verdad y porque mis sueños son verdad. Me resisto a la certeza de la duda como única certeza, porque la vida es seria por causa del amor y del hambre y de la muerte. Me resisto a las palabras que le quitan el aire a los silencios.

Mi nombre es un número y mi espacio es un tiempo en el que el tiempo es casi todo simultáneo. Pero existo para ti en esta línea. Las palabras significan que yo vivo, aunque vivo cuando enuncio y cuando callo.


Catalina García García-Herreros
Salamanca, octubre de 2006